Desde el pasado miércoles muchos
de vosotros habéis solicitado información al AMPA preocupados
por los rumores que circulaban en torno al futuro de las Escuelas de
Baloncesto Masculino. En concreto se nos
trasmitía que el “club” había
tomado la decisión de DESPEDIR a alguno
o algunos de los entrenadores de manera
fulminante.
Por ello, a lo largo del día de
ayer nos pusimos en contacto con todas las partes que estaban o parecían estar implicadas
en este desagradable asunto, al objeto
de conocer de primera mano lo sucedido y con la clara intención de ofrecer
nuestra mediación, de ser necesaria, dado que por razones obvias, además de los
DESPEDIDOS, nuestros hijos, podrían ser
los más perjudicados.
En primer lugar, nos pusimos en
contacto con la Concejalía, y se nos
indico que tanto la Concejal como el Director, habían recibido información
sobre el asunto, si bien de manera parcial. Se nos hizo saber que entendiendo que lo manifestado por quién
les había informado, quedaba en el ámbito de organización y funcionamiento de
una entidad privada, y en tanto en cuanto no afectase a la actividad deportiva,
desde ese órgano municipal, debía de permanecerse al margen, pero vigilante de
las posibles consecuencias.
Intentamos ponernos en contacto
con el club, pero por razones bien conocidas, esto siempre se ha hecho difícil,
puesto que no es lo que podríamos llamar un “club al uso”. Aún así, se intento
mantener una entrevista con Eloy –según indicaciones del Ayuntamiento esta era
la persona a la que debíamos de dirigirnos- , lógicamente, el siempre ha manifestado
ser el Director Técnico. Sólo fue
posible una conversación telefónica, puesto que declino la posibilidad de
mantener una entrevista personal. Entendiendo que el sólo se debía al club.
Aún así, tras nuestra insistencia,
Eloy nos trasmitió la decisión de expulsar a todos los jugadores del primer
equipo de baloncesto, como medida disciplinaria, y a una serie de monitores
díscolos con las decisiones del club. Sin aclarar cuáles eran los hechos que
habían producido una decisión tan extrema como la expulsión.
Igualmente no se nos pudo
explicar cuál era la relación entre expulsar de un equipo de baloncesto a toda
una plantilla, con que algunos de esos jugadores, que casualmente, también eran entrenadores,
fueran CESADOS, simplemente era una decisión de la que según sus palabras no
estaba obligado a informar, ambas cosas estaban ligadas. Entendiendo este AMPA,
salvo contrario, que lo segundo no es más que una REPRESALIA de lo primero.
Por último, nos pusimos en
contacto con varios de los entrenadores y
miembros de la plantilla, siempre por separado. En todas y cada una de
las explicaciones que nos dieron, existía una total coincidencia, a saber:
Durante las dos últimas
temporadas, el entrenador del equipo de División Nacional ha manifestado
públicamente su cansancio y su intención de dar por concluida una etapa- algo
que desde el AMPA podemos corroborar, puesto que así se lo ha hecho saber en
más de una ocasión a alguno de nosotros-. Los jugadores, conscientes de ello y
después de algún que otro problema a lo largo de la temporada, una vez
concluida – y esto, es importante recalcarlo, porque hasta que no ha terminado
la temporada han mantenido una admirable disciplina, y han demostrado una
ejemplar profesionalidad-, decidieron expresar a la Dirección Técnica, esto es
a Eloy, sus inquietudes. Esto es lo que viene siendo normal en un “club al
uso”, máxime cuando estos jugadores no cobran ni un céntimo de euro.
El Director Técnico, lejos de
actuar como bombero y apagar el fuego antes de que pudiera extenderse, decidió ser el PIROMANO, quizá con la falsa
esperanza de que el fuego arrasa con todo y no deja nada, ni siquiera las
vergüenzas propias o ajenas.